SerenatasDebe haber pocas mujeres que no morirían por ser despertadas una noche al escuchar la romántica melodía de una serenata de su amado.
Hasta principios del siglo XX, la serenata era parte indispensable en la conquista de una señorita.
De origen español, la tradición cuenta que la serenata nació cuando un humilde muchacho, enamorado de una joven noble, al no tener los medios para hacerle un regalo digno, decidió expresarle su amor por medio de la música. Así, recorrió la ciudad en compañía de un grupo musical de tunos, hasta llegar al balcón de su amada.
Bajo su ventana, el joven enamorado expresó sus sentimientos por medio de canciones con letras de amor. Sorprendida, la joven se asomó por la ventana, creando así la bella tradición de la serenata.
En México, la serenata se adoptó al reemplazar los tunos originales con un auténtico mariachi, convirtiéndose en una tradición fuertemente arraigada en el corazón del pueblo.
De esta forma, las melodías de la serenata se acompañan con el vibrar de un par de trompetas, el acorde de una guitarra y la armonía de los violines, dejando aflorar las emociones más profundas. Canciones como "Cielito Lindo," "Bésame Mucho", así como las inolvidables melodias de José Alfredo Jiménez ("Si Nos Dejan") y Armando Manzanero ("Somos Novios") se convirtieron en himnos románticos de serenata.
Hoy en día, como muchas otras tradiciones entrañables, la serenata ha dejado de ser común. Tal parece que costumbres modernas, tales como el envío de tarjetas electrónicas han reemplazado la ilusión y el toque de sorpresa que tiene la serenata.
Pensar que la serenata es cosa del pasado, sería como pensar que el romanticismo y los detalles tampoco tienen validez alguna. No importa cuál sea la época en la que vivamos, el amor siempre estará de moda.
Así que para aquellos caballeros que lo duden, los invito a que le lleven una serenata a su novia o esposa, verán que buen resultado les da. Cuando la vean salir al balcón, no se preocupen, es más probable que reciban un beso a que reciban un cubetazo de agua fría.
Hasta principios del siglo XX, la serenata era parte indispensable en la conquista de una señorita.
De origen español, la tradición cuenta que la serenata nació cuando un humilde muchacho, enamorado de una joven noble, al no tener los medios para hacerle un regalo digno, decidió expresarle su amor por medio de la música. Así, recorrió la ciudad en compañía de un grupo musical de tunos, hasta llegar al balcón de su amada.
Bajo su ventana, el joven enamorado expresó sus sentimientos por medio de canciones con letras de amor. Sorprendida, la joven se asomó por la ventana, creando así la bella tradición de la serenata.
En México, la serenata se adoptó al reemplazar los tunos originales con un auténtico mariachi, convirtiéndose en una tradición fuertemente arraigada en el corazón del pueblo.
De esta forma, las melodías de la serenata se acompañan con el vibrar de un par de trompetas, el acorde de una guitarra y la armonía de los violines, dejando aflorar las emociones más profundas. Canciones como "Cielito Lindo," "Bésame Mucho", así como las inolvidables melodias de José Alfredo Jiménez ("Si Nos Dejan") y Armando Manzanero ("Somos Novios") se convirtieron en himnos románticos de serenata.
Hoy en día, como muchas otras tradiciones entrañables, la serenata ha dejado de ser común. Tal parece que costumbres modernas, tales como el envío de tarjetas electrónicas han reemplazado la ilusión y el toque de sorpresa que tiene la serenata.
Pensar que la serenata es cosa del pasado, sería como pensar que el romanticismo y los detalles tampoco tienen validez alguna. No importa cuál sea la época en la que vivamos, el amor siempre estará de moda.
Así que para aquellos caballeros que lo duden, los invito a que le lleven una serenata a su novia o esposa, verán que buen resultado les da. Cuando la vean salir al balcón, no se preocupen, es más probable que reciban un beso a que reciban un cubetazo de agua fría.
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