viernes, octubre 23, 2009

Defensores derechos humanos se unen contra acoso policial


COMUNIDADO
Ensanche Ozama. -Entre el 18 de septiembre y el 10 de octubre pasados el país vivió momentos de angustias en esos 22 días en que Eduardo Baldera Gómez estuvo secuestrado. El caso impactó a toda la sociedad, tanto por el hecho en sí como por las informaciones que fueron surgiendo, casi en un 100 por ciento filtradas por la Policía Nacional y que a su vez iban arropaban el caso en un manto de dudas e incredulidad.

Dudas e incredulidad éstas que se patentizan con el desenlace de la primera parte de lo que parece ser una novela salida de la mente de los más prolíferos autores de ficción policíaca, pues según documentos de Inteligencia de la Policía Nacional, el secuestro de Baldera Gómez tiene como trasfondo una revolución armada para la toma del poder político en el que estaría involucrados figuras de la jerarquía del ex presidente de la República, un general activo y otros generales de su entorno, movimientos políticos de la izquierda revolucionaria, defensores de los derechos humanos, comunicadores y otros profesionales.

Pero este desenlace dejó un saldo de dos personas ejecutadas: Cecilio Día y William Checo Batista; dos personas desaparecidas: Juan Almonte y un acompañante, y el secuestro, tortura y vejación de la estudiante universitaria María Magdalena Díaz Osorio, estudiante de medicina en la UASD, de 22 años e hija de Cecilio Díaz.

Cecilio Díaz y William Checo Batista fueron entregados vivos a la Policía Nacional por el alcalde y aun oficial de la Marina de Guerra de Villa Vázquez. De Juan Almonte y su acompañante hay testigos presenciales, tanto de su apresamiento como de su presencia en el Palacio de la Policía, pero no aparecen.

Desde finales de septiembre el general Juan Manuel Fructuoso Heredia comenzó la distribución entre periodistas y otros estamentos de la sociedad informaciones en la que se establece un vínculo entre unos cinco secuestros, con modus operandi, nombres y objetivos comunes.

El pasado lunes la misma Policía filtró la información de que el presidente del Comité Dominicano de los Derechos Humanos, Virgilio Almánzar, sería apresado el martes y sometido a la justicia sobre la base de su vinculación directa con el secuestro.

Almánzar, con la responsabilidad y coraje moral que siempre lo ha caracterizado, acudió a presentarse ante la Policía, pero es la Policía misma quien informa que éste no está siendo requerido, por lo que no es apresado ni sometido a la acción de la Justicia.

A Virgilio Almánzar se le ha querido asesinar moralmente debido a su posición de principio y responsabilidad en la defensa de la dignidad y los derechos fundamentales del ser humano.

Con Virgilio se repite la historia de los defensores de los derechos humanos: si no se les puede comprar, si no se les puede doblegar, entonces viene el descrédito, la muerte moral y la muerte física.

Ante estos hechos, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Comité Dominicano de los Derechos Humanos (CDDH) dejan le comunican al país lo siguiente:

1. Como instituciones defensoras de los derechos humanos nos desligamos de toda responsabilidad en el secuestro de Eduardo Baldera Gómez.

2. Demandamos de la Policía Nacional y la Procuraduría General de la República la conclusión de dicho caso con el sometimiento ala acción de la Justicia de TODOS los implicados, a fin de que la sociedad dominicana conozca en detalles los pormenores del hecho.

3. Demandamos de la Policía Nacional y la Procuraduría General de la República aclarar las ejecuciones de Cecilio Díaz y William Checo Batista.

4. Demandamos de la Policía Nacional y la Procuraduría General de la República el esclarecimiento de la desaparición de Juan Almonte y su acompañante.

5. Demandamos de la Policía Nacional y la Procuraduría General de la República identificar y someter a la acción de la Justicia a los agentes que secuestraron, vejaron y torturaron a la adolescente María Magdalena Díaz Osorio.

De nuestra parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el Comité Dominicano de los Derechos Humanos están procediendo a dar los siguientes pasos:

1. Investigar todo lo relativo al secuestro de Eduardo Baldera Gómez.

2. Investigar en el campo mismo, con la asistencia de peritos profesionales, las ejecuciones de Cecilio Díaz y William Checo Batista, a fin de tomar las providencias de lugar.

3. Denunciar ante los organismos internacionales de derechos humanos, ante las Naciones Unidas, el Consejo Interamericano de los Derechos Humanos y la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, la trama existente contra Virgilio Almánzar, contra profesionales y activistas de los derechos humanos, así como las ejecuciones de Cecilio Díaz y William Checo Batista, la desaparición de Juan Almonte y su acompañante, y el secuestro y tortura de la adolescente María Magdalena Díaz Osorio.

Una vez concluidas nuestras investigaciones, las daremos a conocer al país, a fin de contribuir a esclarecer todo lo relativo al secuestro de Eduardo Baldera Gómez.

Procederemos también a llevar ante las justicia dominicana, en primer lugar, y ante los organismos internacionales si la justicia nos es denegada, a los responsables de la trama existente contra Virgilio Almánzar, contra activistas y defensores de los derechos humanos, a los responsables de las ejecuciones de Cecilio Díaz y William Checo Batista, a los responsables de la desaparición de Juan Almonte y su acompañante, y a los responsables de del secuestro, tortura y vejación de María Magdalena Díaz Osorio, una adolescente de 22 años, en plena flor de su juventud, íntegra, estudiante de medicina, que parece ser que nació con el pecado de ser hija de Cecilio Díaz.

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