NAGUA, María Trinidad Sánchez.- El joven Eduardo Baldera Gómez ya está en manos de sus familiares en Nagua, después de haber sido transportado en helicóptero desde Villa Vásquez, donde fue hallado tras, supuestamente, haber escapado del cautiverio en secuestradores lo mantuvieron por 22 días. Miemtras tanto, al caer la tarde de este sábado fue arrestado un hombre identificado como William Batista, de 57 años, quien confesó haber participado en el secuestro de Baldera Gómez. El hombre fue apresado durante un operativo de chequeo.
Al caer la noche, un contingente de 32 agentes policiales, entre oficiales y alistados, se enfrentaron a tiros con un grupo de los presuntos atracadores en la misma zona Copey, donde Baldera Gómez estuvo en cautiverio.
Durante una llamada a la periodista Alicia Ortega, quien realizó anoche una transmisión especial sobre la aparición del secuestrado, el jefe de la Policía, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, informó que los policías habían tendido un cerco a los presuntos atracadores.
Indicó que en la refriega a tiros, un oficial de la uniformado había resultado herido. Mientras hablaba por teléfono, Guzmán Fermín se dirigía a la zona donde tenía lugar el enfrentamiento. Posteriormente, dos de los presuntos raptores cayeron abatidos a tiros.
Se trata de Cecilio Díaz, supuesto cabecilla del rapto y William de Jesús Checho, a quienes atribuye haberse enfrentado a las tropas policiales. Los cadáveres fueron trasladados a Santiago. El presunto enfrentamiento a tiros tuvo lugar en la zona conocida como Cista de Buen Nombre, en Villa Vásquez.
La periodista Ortega transmitió los momentos en que Baldera llegaba a Nagua, que se convirtió en todo una caravana, con cientos de personas en motocicletas y a pie que victoreaban al joven. Asimismo, la comunicadora adelantó una parte de una entrevista hecha al secuestrado.
Díaz es un militante revolucionario que ha participado en distintos movimientos sociales. De él se dice que formó parte de la guerrilla de El Salvador, donde fue entrenado en seguridad y defensa.
Baldera narró que sus captores lo trasladaron todo el tiempo con el rostro cubierto y, ya en el lugar donde lo mantuvieron por tres semanas, le requirieron informaciones sobre sus padres y familiares, especialmente números telefónicos.
Además, lo hicieron grabar mensajes para ser dirigidos a su padre, indicando que él estaba vivo y que pagaran el rescate. "Me decían que si pagaban el rescate no habría problema, pero que si no lo hacían, mi vida corría peligro", señaló Baldera.
Por: Noticias SIN Leer historia Completa
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